MUCHÍSIMAS GRACIAS

 

Agradezco todas las muestras de cariño, cercanía, aprecio, estima, etc. que me habéis mostrado siempre, pero más si cabe con motivo de la celebración de los 25 primeros años como sacerdote. Aunque suene a frase típica: NO ME LO MEREZCO. SOLO SOY UN INSTRUMENTO EN LAS MANOS DE DIOS. Son muchos los mensajes de muchos tipos, los signos, en definitiva el amor que me expresáis. Ahora toca digerir todo ello, guardarlo en mi interior, como María, y continuar en la brecha y misión de la Iglesia con el impulso del Espíritu Santo que es verdaderamente el que mantiene viva la llama de la fe.

Fue un día precioso. La verdad es que fue volver a revivir la ordenación sacerdotal, pero a otra edad, jejjeje.

Estaba desbordado por la presencia de tantas personas que os acercasteis de tantos lugares por los que he pasado, mejor dicho por donde he estado y he ido dejando corazón. Para mi todas y cada una de las personas sois muy importantes, formáis parte de mi vida, de mi historia, por ello sin vosotros no soy. Sé que esto todos los días no se vive, pero son "chutes" que me ayudan, aunque la vida tenga también mucho de cruz, esta con vuestro recuerdo y oración, se vuelve gloria.

Doy gracias a Dios por mis padres, que desde el cielo me siguen acompañando e intercediendo. Ellos, entre otras cosas, me enseñaron a tratar a todos por igual. En cada persona descubro la presencia de Dios viva y real.

Amén.