domingo, 27 de septiembre de 2020

JORNADA MUNDIAL DEL MIGRANTE Y DEL REFUGIADO

 

“Como Jesucristo, obligados a huir” es el lema de la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2020 que se celebra el 27 de septiembre.

En la huida a Egipto, el niño Jesús experimentó, junto con sus padres, la trágica condición de desplazado y refugiado, «marcada por el miedo, la incertidumbre, las incomodidades (cf. Mt 2,13-15.19-23). Lamentablemente, en nuestros días, millones de familias pueden reconocerse en esta triste realidad. Casi cada día la televisión y los periódicos dan noticias de refugiados que huyen del hambre, de la guerra, de otros peligros graves, en busca de seguridad y de una vida digna para sí mismos y para sus familias» (Ángelus, 29 diciembre 2013). Jesús está presente en cada uno de ellos, obligado —como en tiempos de Herodes— a huir para salvarse. Estamos llamados a reconocer en sus rostros el rostro de Cristo, hambriento, sediento, desnudo, enfermo, forastero y encarcelado, que nos interpela (cf. Mt 25,31-46). Si lo reconocemos, seremos nosotros quienes le agradeceremos el haberlo conocido, amado y servido.

Papa Francisco








"UN ARRAIGO SOBRE EL ALAMBRE”. LA INTEGRACIÓN SOCIAL DE LA POBLACIÓN DE ORIGEN INMIGRANTE EN ESPAÑA»

Este es un extracto de un informe elaborado por Cáritas Española y el Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones (IUEM) de la Universidad Pontifica Comillas.

El estudio revela, sobre todo, la paradoja de cómo, a pesar de los buenos niveles de arraigo de la población inmigrante que vive en nuestro país, son personas con muy bajos niveles de integración económica y laboral. Hablamos de una migración que desde que llegó no se ha ido y que ni siquiera en los años más duros de la crisis pensaron en salir de forma masiva.

La población de origen inmigrante ocupa en mayor medida puestos en los sectores más precarizados y en los puestos de trabajo más bajos del mercado laboral. Y como también refleja el estudio, la explicación a esta segregación laboral no puede buscarse en el capital humano, ya que los niveles de formación de la población migrante son altos y sólo sensiblemente más bajos que los de la población nativa.

Estas situaciones objetivas de pobreza y exclusión justificarían por sí solas que las personas de origen inmigrante acudieran en mayor medida a la protección social del Estado de Bienestar, pero, lejos de lo que pudiera sostenerse desde prejuicios estereotipados, el estudio constata que la población inmigrante no sólo no abusa de los sistemas de protección, sino que además es un contribuidor clave. La juventud de la inmigración se traduce en mayores tasas de natalidad y menor utilización de determinados servicios, como el sanitario. De este modo, si a la mencionada juventud le unimos sus altas tasas de actividad, se evidencia que la población inmigrante supone una notable contribución al crecimiento económico y al equilibrio del gasto social, mejorando la sostenibilidad de nuestro sistema de bienestar social.

Fundación FOESSA




martes, 15 de septiembre de 2020

SI CUIDAS EL PLANETA, REDUCES LA POBREZA

 El 1 de septiembre se iniciaba el Tiempo de la Creación que se prolongará hasta el 4 de octubre, festividad de San Francisco de Asís, en el que se invita a 2.2 billones de Cristianos a cuidar la creación y rezar por ella. El respeto y la contemplación de la creación son una preocupación común de las Iglesias cristianas.

Con la Jornada de Oración por la Creación, además, ha comenzado su andadura de dos años la campaña “Si Cuidas el Planeta, Combates la pobreza”.  Su objetivo es sensibilizar a toda la ciudadanía para que, dentro del espíritu de la encíclica Laudato Sí´ del Papa Francisco, nos comprometamos en la defensa de un modelo distinto de desarrollo, justo, solidario y sostenible, y cambiemos nuestros hábitos de consumo y estilos de vida.

Como primera iniciativa, a lo largo de los meses de septiembre y de octubre se va a incidir en la sensibilización de niños, jóvenes y adultos centrándose en el primer punto del “Decálogo Verde” de la Campaña: «Apoyarás la causa de los pobres».

Cáritas Diócesana de Valladolid.


A continuación os dejamos unos vídeos que nos ilustran sobre el tema:


 FOTOGRAFÍA POR LA CREACIÓN

Te invitamos a que contribuyas al “tiempo de la creación” desde tus redes sociales, a través de la siguiente iniciativa de Cáritas:

  1. Haz una foto a algún elemento de la naturaleza (paisaje, árbol, montaña…)
  2. Ponla en tus redes sociales (@adiocva enTwitter o Cáritas Diócesana de Valladolid en Facebook) con el título Tiempo de la Creación y menciona a nuestra cuenta oficial de Cáritas Diócesana de Valladolid. ¡Mejor si la acompañas con alguna frase! Si no se te ocurre nada, puedes poner: “Yo me sumo al #Tiempo de la Creación”,
  3. Si no tienes ninguna red social, manda tú foto acompañada de frase a: msacristan@caritasvalladolid.es






“Si supiera que mañana se acaba el mundo, yo, hoy todavía, plantaría un árbol”. Martin Luther King



lunes, 14 de septiembre de 2020

FESTIVIDAD DE LA EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ: CRISTO DEL HUMILLADERO

 

Delante de nuestros ojos tenemos presidiendo hoy esta iglesia la imagen del Cristo del Humilladero, una imagen que este pueblo tanto venera. Es muy bello pasar por allí, y ver asomadas personas por su ventanuca para rogarle por las distintas intenciones que se puedan tener.

Hoy fuera de su ermita, como si fuera Lunes Santo, cuando en procesión de silencio la trasladamos hasta la iglesia de San Miguel. Ese momento tan íntimo en el que el pueblo de Íscar medita las heridas del Cuerpo de Cristo.

La fiesta de hoy se llama: “Exhaltación de la Santa Cruz”. Destaquemos la Cruz del Señor.

¿Qué es lo que se nos manifiesta en la Cruz? Pues en la Cruz, en el momento de la pasión y muerte del Señor se da una verdadera teofanía, es decir, una manifestación de Dios, que da lugar a profesiones de fe, como la del buen ladrón o la del centurión. También escuchamos, en la cruz, palabras de amor y perdón, es el mismo Jesús, quien dice: “perdónales porque no saben lo que hacen”.

Pero hoy hay que tener ojos para reconocer la Cruz del Señor entre nosotros, pues su pasión se sigue dando, y entones esta imagen tan bella y tan milagrosa, nos recuerda aquella.

Hoy tenemos que reconocer la Cruz, especialmente en lo que nos viene de esta pandemia de la covid19: miremos en los hospitales, especialmente en las UCIs, en enfermos desnudos boca abajo enchufados a un respirador, hoy cada uno con su respirador, en otro tiempo, casi a sorteo, mientras que las familias están pendientes con la nariz pegada al cristal, observando y rezando al Cristo del Humilladero, para que todo vuelva a la “nueva normalidad”. Sin salir de los hospitales contemplemos a tanto sanitario haciendo todo lo que puede, y especialmente al principio, protegiéndose como podía, muy poco, pero como podía. Tantas personas que pasan desapercibidas pero que hacen tanto por los demás, voluntarias que hacen mascarillas, ropa protectora, etc. pues en la cruz también hay destellos de gloria, de esperanza, de servicio, de amor y misericordia. Quisiera recordar, ante este Cristo del Calvario y del Amparo, a tantas familias que sufren la cruz por no poder llegar a final de mes, porque la situación económica, que nos trae tanto confinamiento, tanta irresponsabilidad, no ayuda a que nuestra economía global pueda mejorar. ¿Y todas esas personas mayores en las residencias, si una visita, sin compañía, sufriendo la soledad? También aquellos que están en casa solos, de los que poco nos preocupamos y no saben cuándo fue la última vez que señalaron en su rostro una sonrisa. Abuelos y abuelas que han dado su vida, como Jesús, en favor de otros más jóvenes.

Como no recordar en estos días a tantas familias que llevan a sus niños al colegio con la incertidumbre de qué sucederá, de si volverán con algún contagio, que además salpique al resto de la familia, y no se contemple una baja laboral, y más si somos autónomos, que como se suele decir, no se pueden poner ni enfermos. Yo lo vivo en mis propias carnes, cuando pienso, y ¿si un día me llega a mí? ¿cómo atender las necesidades de mi gente?

Y cuántos ejemplos e imágenes se nos pueden venir al corazón de este Cristo crucificado, ¿acaso todo esto que les he contado no es nuestra cruz?

La cruz de esos refugiados en Moria, Grecia, donde un fuego a devastado un campo de refugiados. 

Pues bien, Dios soporta, si nosotros lo deseamos esta cruz. También podemos contar con otros, a modo de cirineos, que nos ayuden a soportar esta gran cruz. La solidaridad es el destello de esperanza del que les hablaba y que se desprende del Crucificado.

Hoy le rogamos, como mucha gente, a manifestado a través de las redes sociales, que esta pandemia se vaya por el mismo sitio por el que ha venido, pero que nosotros pongamos los medios para que esto sea así. A veces tenemos mucho más cuidado de lo que pueda pasar en el colegio, cuando las cosas están muy bien reguladas, que de cuando los niños salen a la calle y se juntan con otros, aunque estos sean primos, etc.

En la Cruz de Jesús está su gloria, amemos al Cristo del Humilladero, pero no olvidemos sus palabras en la Cruz: “tengo sed”, que es lo mismo que decir: “tengo sed de ti”, quiero verte, acompáñame, háblame, cuenta conmigo.

Este Cristo que abre sus brazos mucho, todo, son para acogernos a todos, no solo a algunos, a todos, ¿lo sientes?