lunes, 29 de marzo de 2021

SOBRE CRISTO REY

LA PARROQUIA, COMO NO PODRÍA SER DE OTRA MANERA, ACATA LO ESTABLECIDO POR EL ÚLTIMO BANDO DE NUESTRO AYUNTAMIENTO CON RESPECTO A LA ROMERÍA DE CRISTO REY. 

NUESTRA PARROQUIA SOLICITÓ AL AYUNTAMIENTO LA CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA EN EL EXTERIOR DE LA ERMITA, SIN POSTERIOR PROCESIÓN. 

SOLICITÓ, IGUALMENTE, SILLAS Y MEGAFONÍA PARA PODER DESARROLLAR LA CELEBRACIÓN EN EL MARCO DE LAS PRESCRIPCIONES SANITARIAS.  

NOSOTROS TENEMOS CLARO QUE EL MOMENTO DESACONSEJA ESTA CELEBRACIÓN TANTO EN EL EXTERIOR COMO EN EL INTERIOR DE LA ERMITA, POR LO QUE SE CELEBRARÁ LA EUCARISTÍA EL LUNES, 5 DE ABRIL, A LAS 12,00H EN LA IGLESIA PARROQUIAL DE SANTA MARÍA DE LOS MÁRTIRES. 

#TODOSJUNTOSAFAVORDENUESTRASALUDYLADENUESTROSVECINOS

CUMPLIENDO EL AFORO DE 80 PERSONAS.

martes, 23 de marzo de 2021

PROGRAMACIÓN DE SEMANA SANTA - ÍSCAR 2021


 

DOMINGO DE RAMOS

EL PRÓXIMO DOMINGO 28 DE MARZO CELEBRAREMOS "DOMINGO DE RAMOS", DADAS LAS RECOMENDACIONES SANITARIAS, NO PARECE BUENA IDEA HACER PROCESIÓN NI BENDECIR RAMOS ESCOGIDOS PARA TODOS. LA PARROQUIA CELEBRARÁ LAS MISAS DE SÁBADO (18H EN SANTA MARÍA Y 19H EN SAN MIGUEL) Y EL DOMINGO (11H EN SANTA MARÍA, 12,00H SAN MIGUEL PARA NIÑOS Y 13,00H SAN MIGUEL). CADA PERSONA PUEDE LLEVAR UN PEQUEÑO RAMO, QUE SE BENDECIRÁN EN CADA CELEBRACIÓN.

EL AFORO DE SANTA MARÍA ES DE 80 PERSONAS Y EL DE LA IGLESIA DE SAN MIGUEL 90 PERSONAS.
LA PARROQUIA ANIMA A QUE COMO COMUNIDAD PODAMOS CELEBRAR CON INTESIDAD ESTOS DÍAS DE SEMANA SANTA, CLAVES EN NUESTRO SEGUIMIENTO DE JESUCRISTO.


viernes, 19 de marzo de 2021

SAN JOSÉ EN EL AÑO DE SAN JOSÉ - Arangueren

 


San José es el apoyo más seguro en tiempos de dificultad. Entre todos los santos, el único que conoció la intimidad cotidiana de Jesús y de María ha sido San José. Padre, esposo, humilde servidor del Hijo y de su Madre, cómplice de la misión de Dios e insuperable maestro del cuidado… En un momento tan convulso como el actual, ¿cómo y por qué acudir a su asistencia?

Por primera vez en la historia, y con motivo del 150 aniversario de la proclamación de San José como Patrono de la Iglesia Universal, tenemos un año dedicado a él. Una oportunidad única, impulsada por el Papa Francisco, para contemplar a este hombre clave “que une el Antiguo y el Nuevo Testamento”. Un año para conocerle y quererle más.

Para acudir a San José como patrono de los carpinteros, del trabajo en general, conviene imaginar cómo trabajó. Su quehacer cotidiano sería muy distinto al nuestro, pero la esencia en la manera de llevar a cabo sus labores puede iluminarnos.

Seis pistas, del escritor Miguel Aranguren, pueden ayudarnos:

Buen artesano. No se sabe si realmente fue carpintero. Sabemos que fue artesano, oficio que incluye la carpintería y otros oficios como herrero, cantero o albañil. Lo que es casi seguro es que trabajaría con materiales modestos. En Nazaret no podía aspirar al cedro del Líbano, por ejemplo. Sin embargo, no sería impedimento para sacar el mejor partido a la técnica de su tiempo. Aprovecharía cada elemento, como las virutas para encender la candela.

Trabajador alegre. A pesar del esfuerzo y del cansancio, a San José seguramente no le asaltaría la monotonía. Haría sus labores con ilusión y en diálogo continuo con Dios. Un diálogo que a veces se convertiría en canción porque esa es una de las ventajas del trabajo manual: te permite cantar.

Hombre justo. Por la impronta que dejó en Jesús, y a la luz de algunos de sus ejemplos y parábolas, no es difícil imaginar que los vecinos verían en él a un hombre justo y fiable, que cumpliría su palabra. Cobraría por su trabajo, claro, pero seguramente a veces llegaría a tratos con sus deudores. Eso le llevaría a tratar a los clientes de forma personal y, por tanto, a ser magnánimo a la hora de atender a quienes no tenían recursos. No le veo persiguiendo a sus deudores. Habrá cometido errores y habrá tenido que reconocerlos y pedir perdón.

Ordenado y precavido. Su taller estaría ordenado, aunque no con orden obsesivo. En el descanso, cuando se pararse a almorzar, lo imagino desmigando un trozo de pan para que los pájaros bajaran a comer. En ese momento, creo, llamaría al Niño para que viniera a verlos. Con las herramientas, supongo que tendría la precaución de explicar a Jesús los riesgos de cada una, y que pondría la sierra en alto para que no la pudiera alcanzar.

Constante y aprendiz. Debió de tener enorme capacidad de asombro y deseos inagotables de aprender. Los santos son siempre jóvenes y ese deseo de aprender es signo de juventud. José se caracterizaría por ser de los que al llegar a una casa (para entregar -por ejemplo- una mesa) si veía un mueble que captaba su atención, se pararía a examinarlo, preguntaría, y pediría a los dueños que se lo enseñasen.

Atento a María. Imagino a María dándole consejos, incluso sobre asuntos que ella no tenía por qué dominar -como hacen todas las esposas-. Le ayudaría a transportar las sillas y maquetas por Nazaret. Más adelante, sería el Niño quien iría ocupando ese lugar de ayudante de José.

Aunque el Evangelio no refiere ni una palabra suya, la Tradición muestra que San José es la permanente voz tácita. Y pasa así desapercibido porque no quiere distraer nuestra mirada de Jesucristo, pues su vida fue del todo para Jesús.