Miles de personas nos congregamos ayer en la Catedral de Valladolid para vivir el Viacrucis. Sesión de estudiantes por la mañana y dos sesiones de tarde noche.
De nuestro arciprestazgo de Pinares participamos alrededor de 100 personas. Nos trasladamos en autobús que fue recorriendo los pueblos y en coches particulares.
Toño Casado, sacerdote, director y compositor de Viacrucis, nos ayudó a poder entrar en el Misterio de la Cruz. Somos compañeros de Viacrucis, cirineos que portamos Cruz, amigos, hermanos, etc... Unidos podemos revivir en cada momento la gloria de la Cruz: la Resurrección.
Viacrucis no es un espectáculo, bueno depende de cómo se lo tome cada uno. Efectivamente el camino de Jesús a la Cruz para muchos fue un espectáculo, pero para aquellas mujeres que le acompañaron hasta el final, y a todos aquellos que le siguieron desde la tibieza o el pudor de la fe, fue el paso previo para encontrarse con el AMOR.
Agradecidos, pues, que Viacrucis se pudiera disfrutar en la Catedral vallisoletana, con dos tallas espectaculares: el Ecce Homo De Gregorio Fernández y el Crucificado de la Preciosísima Sangre, junto a los artistas y a todo el público que pudo vivir en vivo y en directo la actualidad de la Cruz.
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