Hoy Domingo de Ramos os
retransmito la bendición de los Ramos desde mi casa en Mojados. Mi casa se
llama Cannán, recordando la tierra prometida de Dios a Abrahán. Pues en
recuerdo de aquello planté un olivo, que es ya viejo, tiene mucha historia,
porque lo que tiene edad tiene mucho que aportarnos: solemos decir: que la edad
es un grado, es experiencia.
Voy a bendecir las ramas de este olivo y las cortaré para
que cuando comience la procesión desde mi casa a la iglesia, las iré derramando
también por las calles, por las casas, recordando también la entrada de Jesús
en Jerusalén, la ciudad santa.
Así nosotros podremos inaugurar la Semana Santa. Os invito a
que pongáis una ramita en vuestra ventana para poder ser señal de que Cristo
vive en nosotros y así lo deseamos anunciar al mundo. Os invito a vivir la
Semana Santa en nuestras casas, no dejéis pasar estos días. Otras veces nos
vamos de vacaciones y participamos de procesiones y de arte y de tiempo libre.
Esta vez no nos queda más remedio que quedarnos en casa, aprovecha para
acompañar al Señor camino su pasión, muerte y Resurrección.
A lo largo de estos días os iré mostrando lo más importante
de cada día: recordando la fe que va unida a nuestra religiosidad popular. Que
este tiempo personal y familiar de confinamiento saque de nosotros lo mejor: la
solidaridad, el compromiso, el ponerse en el lugar de los demás, el cuidar
nuestra vida de fe.
¡Ánimo!, esto entre todos, contando también con Jesús, por
supuesto, lo vamos a superar.
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