viernes, 27 de abril de 2018

Catequesis: padres e hijos

Los catequistas de nuestra parroquia han organizado durante esta semana diversos encuentros catequéticos entre padres e hijos. Desde la parroquia agradecemos esta iniciativa tan importante, así como la disposición de los papás para poder participar. Recordemos que son los padres los principales educadores de sus hijos, también educadores en la fe, sus primeros catequistas.

Para que la iniciación cristiana en las primeras edades de la vida sea una realidad en nuestra Iglesia es necesario, entre otras cosas, afrontar en profundización la evangelización misionera de la familia. “Hay que ayudar a que la comunidad familiar cristiana se renueva con la novedad del Evangelio y se convierte más y más a ese evangelio”. Las transformaciones sociales, laborales y religiosas que se están dando en la familia reclaman unos nuevos planteamientos pastorales que inciden positivamente en el seno familiar, donde los niños y jóvenes perciben de forma natural la presencia o ausencia de la fe y vida cristianas. En esta tarea han de trabajar conjuntamente en el nivel diocesano distintas instancias eclesiales, pero de manera especial la pastoral familiar, la pastoral educativa y la catequesis. 

Corresponde a la familia cristiana hacer el primer anuncio de la fe, que garantiza el despertar religioso. Este es competencia prioritaria de los padres, y sólo de manera subsidaria puede hacerlo la comunidad parroquial o educativa. “La parroquia proseguirá, completará y perfeccionará la obra de las familias y ayudará a éstas a que puedan cumplir adecuadamente y cada día mejor con la tarea que le es propia”. Este primer anuncio puede simultanearse con la reiniciación cristiana de los padres, una vez que hayan manifestado su interés por la fe y la vida cristiana. 

Los padres que aceptan que sus hijos participan en el proceso iniciático y están necesitados de la orientación y formación necesaria para acompañar a sus hijos deben prepararse convenientemente. “Nunca se esforzarán bastante los padres cristianos por prepararse a este ministerio de catequistas de sus propios hijos y por ejercerlo con celo infatigable”. Por tanto, desde la pastoral y desde la catequesis, se debe estudiar qué ofertas se hacen a estos padres, a estas familias, para que sean verdaderas mediaciones experienciales, capaces de secundar el crecimiento y la maduración de sus hijos y propiciar la incorporación plena de sus miembros en la comunidad eclesial. 

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