Sale uno a la calle y parece todo esto de película norteamericana en la que se nos presenta un agente externo que amenaza al mundo y el centro casi siempre está en los Estados Unidos. Pero esta vez no es una película, no, una vez más "la realidad supera la ciencia ficción", y tampoco el epicentro está en USA, sino en la vieja Europa.
Lo cierto es que una pandemia, coronavirus (COVID-19) nos asola, y mientras oímos los medios de comunicación social, así como los consejos de los distintos organismos que nos protegen, a nivel civil como eclesiástico, intentamos hacernos a la idea de lo que está sucediendo. A veces nos parece una broma pesada, y podemos hacer incluso chiste de ellos, pero no es broma cuando oímos que los afectados crecen en forma exponencial.
Moralmente debemos seguir las indicaciones que se nos están sugiriendo y que deseo recoger, como párroco, para la tranquilidad de todos nosotros, comunidad cristiana que peregrina en Íscar.
La cuaresma es un tiempo, os lo intento explicar en cada homilía de estos días, en el que se nos invita a entrar en nuestro interior, a ser conscientes de la presencia de Dios en nuestra vida, en la Iglesia y en el mundo, y como esto -que se nos expone principalmente en la Palabra de cada día- nos invita a la conversión.
Pues bien, ¿recordáis que en muchas ocasiones salen esas actitudes muy propias de la Cuaresma, como son el ayuno, la limosna y la oración? Y, ¿cuántas veces os sugiero traducir a nuestro tiempo estas consignas cuaresmales? Este tiempo nos "obliga" a ser creativos para expresar nuestra pertenencia al Señor y a su Iglesia.
1. No cabe duda de que el Señor reconoce el amor que le profesamos y por ello nos invita: "Tú, cuando vayas a orar entra en tu habitación, cierra la puerta y reza a tu Padre en lo escondido. Y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará" (Mt 6, 6). Durante este tiempo de Cuaresma busca otros modos y maneras de estar en sintonía con el Señor: la Misa por televisión o por la Radio. El canal 13TV ofrece todos los días la retransmisión de la Eucaristía a las 11 de la mañana y los domingos a las 12,00h. TVE2 retransmite cada domingo la Santa Misa a las 10,30h. La COPE los domingos a las 9,00h. También está Radio María, la Radio de la Virgen, que no solo ofrece la liturgia de las horas, la celebración de la Eucaristía, sino también otras muchas fuentes que pueden llenar nuestra sed de Dios. Si eres una persona mayor, o vulnerable, aprovecha estos modos y no te arriesgues yendo al templo. "El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado" (Mt 2, 27). Con otras palabras: primero la obligación y luego la devoción.
2. Aunque suspendemos la catequesis presencial, animamos a las familias a que puedan vivir durante este tiempo una relación muy estrecha con sus hijos para mostrarles el camino de la fe. Semanalmente los catequistas ofreceremos pautas para que esto pueda ser posible, y para que podamos seguir en contacto, aunque entre nosotros sea de forma virtual, no así en el seno de la familia, "pequeña Iglesia doméstica".
3. También nuestro servicio sociocaritativo estará presente a través de la comunicación teléfonica, por tanto la Casa de Cáritas no echa el cierre, su modo de ocuparse, de acompañar se hará vía telemática.
4. Nuestros templos tampoco cerrarán pero invitan al sentido común: participemos, y es bueno que lo hagamos, guardando los consejos que se nos están ofreciendo y que ya he señalado más arriba. El tiempo de la Cuaresma que nos invita a tener momentos especiales, pues los tendremos que traducir: nuestros viacrucis, si todo mejora, se convertirán durante la Pascua en vialucis, nuestras charlas cuaresmales, se ofrecerán en otro momento, las reuniones de Vida Ascendente se desearán con más ganas, más adelante, nuestras procesiones nos invitarán a vivirlas "por dentro", pero cuando todo pase, podremos vivir una procesión extraordinaria de acción de gracias a Dios porque es el único que ha vencido a la muerte. Esto será cuando pasemos esta situación crónica. Lo mismo se puede decir de la celebración del sacramento de la reconciliación, así como la predicación y el canto. La cuaresma nos invita a la austeridad. Así por ejemplo, la oración del Santo Rosario, previa a la Misa, se aconseja que lo hagamos en modo particular. Toda precaución es poca. Los sacerdotes y ministros del altar, nos lavaremos frecuentemente las manos, como lo venimos ya haciendo. En la hoja parroquial de cada domingo ofreceremos, como siempre, el comentario a las lecturas de cada domingo, así como la próxima fiesta de San José tan arraigada en nuestro pueblo.
5. Y otras indicaciones que ya hemos puesto en marcha y que se están realizando muy positivamente: el gesto de la paz, la recepción de la Sagrada Comunión en la mano, etc. Y como no, recordemos que en el caso de que hubiera unas exequias o funeral, sería conveniente que los que participaran en la celebración litúrgica fueran la familia y amistades más cercanas.
En definitiva, recemos para que todo esto pase, y vuelva la normalidad a nuestro mundo, sin olvidar la llamada a la conversión, para que durante la Pascua (paso de la muerte a la Vida) podamos afirmar: "Luz de Cristo" / "Aleluya" / Sí, renuncio y sí, creo" / "Amén".
Estoy a vuestra entera disposición,
P. Juan Carlos
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